miércoles, 21 de septiembre de 2011

Morriña

Los que hayáis seguido nuestro blog hasta hoy, habréis podido comprobar que en los últimos dos meses no lo hemos pasado nada mal...
Que si volcanes, que si cascadas, que si Auroras Boreales... La verdad es que la escapada al norte está saliendo redondita, mucho mejor de lo que hubiéramos imaginado.

Sin embargo tenemos que reconocer que aunque estamos disfrutando de lo lindo, y que Islandia es un país maravilloso, las raíces nos pueden, y extrañamos nuestra tierra, nuestro entorno y a veces, incluso nuestra rutina de Madrid.
Por eso la entrada de hoy pretende ser un homenaje a los regalitos que la vida cotidiana nos ofrece cada día y a los que no siempre prestamos atención ni sabemos disfrutarlos como merecen porque la rutina los nubla con sus obligaciones, sus horarios y sus agobios.

Una de las cosas que más echamos de menos es, aunque suene burqués (que lo es), tener acceso fácil a internet. Nos hemos acostumbrado a estar conectados al mundo a través de la banda ancha, y nos sentimos aislados de la realidad al no poder estar al día de las noticias, de las novedades literarias, musicales, (fotográficas... ), de las curiosidades que se cuelgan en la red, o de la evolución de ese emocionante movimiento de protesta social que hoy se sigue fraguando en España.
Aunque sobre todo, creo que lo que más extrañamos es poder comunicarnos libremente con la gente que nos importa.
Suena ñoño, pero es cierto. Echamos de menos a nuestra gente.

Otra de las cosas que nos faltan es poder escuchar la radio en directo, y entenderla, claro.
Despertar con la voz macarra de Ángel Carmona y sus entrevistas acústicas en "Hoy empieza todo", y los fines de semana con la música rara de "Mundo Babel" que no esta muy claro si te despierta o te aturde más que el sueño. Trasnochar para oír las chorradas de "La parroquia del monaguillo"...
En fin, escuchar nuestros programas favoritos o acompañar nuestras actividades diarias con el sonido de fondo de la radio en vivo, y en castellano.
No imaginais cómo hemos agradecido los podcast de "Cowboys de medianoche", mejoraron sustancialmente nuestras tempranas noches de trekking.

Os parecerá una locura pero también hemos echado de menos pasear por la noche de Madrid en verano, en manga corta. Las luces, el ambiente, el calor!
No tener que vestir con gorro jersey y bufanda, ni caminar encogidos por la calle de madrugada de vuelta a "casa".
Hemos tenido bastante suerte con las temperaturas, y presumimos de bronceado tropical (aún no sabemos por qué), quizás sea la falta de vitamina D, pero extrañamos el caloor!
Eso sí, por las noches hemos dormido como ningún verano, tapaditos con un edredón.

Pero si hay algo que de verdad añoramos es sin duda la comida. Y eso contando con que antes de salir nos abastecimos bien de productos de la tierra no perecederos.
No es que comamos mal, todo lo contrario, somos bastante apañaetes, y yo estoy muy bien enseñada: dosis equilibradas de proteínas, vitaminas, fibra e hidratos de carbono (gracias mamá). Sin embargo no es lo mismo, no tenemos los sabores de España, ni los olores!
Nos faltan los platos de cuchara; unos buenos garbanzos, unas lentejas con su choricito y sus patatas, un cocido madrileño y un pote gallego.
Por supuesto, la tortilla de patatas de mamá, las croquetas de chorizo de mi tía Pili o la paella de los domingos en Aluche. Todavía más, la insuperable lasagna de Angelo, no, la pizza! y la pasta con sugo de tomate y parmesano!...
Nota: Que conste que esperamos un recibimiento gastronómico por todo lo alto.

También estamos deseando probar las verduritas recién recogidas de las huertas de nuestros respectivos padres. Qué envidia oírles hablar de tomates, puerros y rabanitos frescos...

Si por lo menos con la pinta de cerveza a 850 ptas. nos pusieran una tapa de aceitunas verdes... porque otra cosa no, pero hay que reconocer que aquí la cerveza es de primera, así que la Mahou puede esperar.
Lo que si nos tomaríamos con gusto es un buen vino. El vino chileno no está mal para entrar en calor, pero los taninos españoles... son los taninos españoles.

Qué morriña nos está entrando al recordar todo lo que no está aquí, y qué hambre!
Si no fuera por las piscinas calientes, la falta de contaminación y ruido ambiental, los boletus de Skaftafell, las Auroras Boreales, y especialmente por no tener que soportar la ridícula batalla política pre-electoral... seguro que ya habríamos vuelto!


Un abrazo grande, nos acordamos de vosotros :)

2 comentarios:

  1. de todo y mas con la alegría de recibir a los hijos pródigos!!!y rascar la espaldita y tocar el pelo....

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  2. He empezado a leeros y voy poco a poco,me parece que lo que estais viviendo es lo que os llevais por delante ,esto como ya habeis comprobado sigue igual.Es de entender lo de la morriña,como me pasa a mi y eso que no salgo de la peninsula en cuanto estoy muchos dias me entra mono de Bilbo.como bien canta mi vecino Francis"Sabes que me voy para echarte de menos"

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