sábado, 9 de julio de 2011

Hirsthals

El día 8 de julio llegamos a Dinamarca, y atravesamos la frontera... y sabéis qué control había? NADA, absolutamente nada, NINGUNO! De hecho casi pasamos a Dinamarca sin darnos cuenta. Ni rastro de los feroces perros que nos hacían temer por nuestro chorizo. Ni un triste agente de aduanas, ni siquiera uno prejubilado, o cojo, o tuerto... nos sentimos un poco idiotas, aunque en el fondo hemos tenido mucha suerte.

A 2800km de Madrid se encuentra Hirsthals, nuestro primer destino, una pequeña población pesquera, tranquila, silenciosa, que parece el decorado de una peli de Lars Von Trier.
Después de pasearla al rededor de unos 15min parecía que no tenía mucho que ofrecernos; 2 o 3 calles, 1 puerto, una larga playa ventosa, un faro... entonces hicimos un sorprendente descubrimiento!
De casualidad, caminando por la playa, nos encontramos con un búnquer de la II Guerra Mundial, bastante estropeado y sin ningún interés. Pero al acercarnos para verlo mejor... plas otro! y otro! y otro más! Nos dimos cuenta de que toda la costa está plagada de búnquers de diferentes formas, tamaños y utilidades. Además en un estado de conservación bastante aceptable. Los búnquers además estaban unidos por una especie de caminos atrincherados que aún se conservan. Muy guapo!
Al marcharnos nos dimos cuenta de un cartel que señalaba la zona como "búnquer museo"...

Dormimos en Hirsthals y mañana viaje en ferry a las Feroe.

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